Gani y Liling Coruna
Él era tan pobre que a veces temblaba de hambre. Ella era de una familia adinerada, pero lo eligió a él. Después de casi 50 años de matrimonio y casi 40 años de trabajo de socorro, Gani y Liling Coruna pueden sentirse orgullosos del trabajo de una vida que ha cambiado la vida de decenas de miles de personas en Filipinas.
Para aquellos que siguen a Gani y Liling durante una semana laboral, es imposible hacer la vista gorda ante la calidez y el respeto que los encuentra donde quiera que vayan. Tanto en las aulas como en las oficinas y por los callejones de los barrios marginales, ambos se mueven con un orgullo silencioso que se ha labrado a partir de 40 años de sacrificio laboral.
Hablan con calidez y orgullo de todos aquellos que han sido ayudados a lo largo de los años.
– Nos sentimos bendecidos, dice Liling. Y estamos orgullosos de haber construido algo que puede seguir en pie incluso cuando estemos fuera.
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