De Torbjörn Vårsaga, Marzo 2023
“¿Es posible ayudar a alguien en Haití justo ahora?”. Entiende por qué nos hacemos esa pregunta. ¿Cómo se sigue llevando a cabo el trabajo de ayuda en un país sin ley? No debería funcionar, pero nuestros encargados en el sitio lo hacen de todos modos. A pesar del peligro para la vida, por el bien de los niños. Todo lo que piden es más comida.
Star of Hope es responsable de 3600 niños en Haití, y nuestros paquetes de alimentos también alimentan a los hermanos y padres de los niños. El asedio a la capital nos ha obligado a resolver el reparto de alimentos por otras vías.
– Se ha vuelto demasiado peligroso transportar mercancías hacia y desde Port-au-Prince, dice Tony. En el pasado, pudimos bajar los precios al pedir toneladas de comida a la vez a grandes proveedores allí. La anarquía lo ha hecho imposible. En cambio, compramos la comida en las comunidades locales más cercanas a nuestras diversas escuelas.
La ventaja de eso es que los pedidos de alimentos se convierten en un impulso económico para estas comunidades más pequeñas, cuyos residentes también están sufriendo mucho por la crisis en Haití. La desventaja es que la comida cuesta mucho más y que nuestro dinero no da para tanto.
Por lo tanto, ya es hora de una nueva distribución de alimentos.
No se trata solo de detener el hambre por el momento. Cuando la escasez de alimentos se vuelve demasiado severa, muchas familias se ven obligadas a comer sus semillas. Los salva por el momento, pero los lleva al desastre a largo plazo.
Nuestra distribución de alimentos rompe el círculo vicioso. Más semillas terminan en el suelo, se pueden cosechar más cultivos y más padres pueden alimentar a sus hijos por su cuenta.
– Estamos listos, dice Tony. ¡Tan pronto como podamos financiar las compras, nos aseguraremos de que las familias reciban alimentos!
Así ayudamos al pueblo de Haití
Con cada crisis que golpea a Haití, el apoyo de Star of Hope se vuelve aún más importante.
- Hoy somos la única organización de ayuda proveniente de Suecia que sigue trabajando en el sitio.
- Dirigimos escuelas en siete pueblos donde 3.600 niños reciben educación.
- Les entregamos almuerzos escolares, útiles escolares, mochilas escolares y uniformes escolares.
- Distribuimos ganado a las familias de los niños, organizamos cursos de sastrería y garantizamos
la disponibilidad de agua potable en cada aldea.
- Nuestro trabajo a largo plazo brinda a los niños las condiciones para convertirse en adultos jóvenes con la fuerza y la capacidad para liberarse del círculo vicioso de la pobreza.
Todo esto es posible gracias al apoyo vital de patrocinadores y donantes mensuales.
Nuestro reportaje desde Haití el año pasado estuvo dominado por titulares oscuros.
Sobre cómo los grupos criminales tomaron el control de la mayor parte de la capital Port-au-Prince.
Sobre cómo incluso las ciudades de los alrededores están controladas por la mafia.
Acerca de cómo nuestros gerentes, Tony y Myrtha, se mudaron de la capital y hoy lideran el trabajo de socorro desde el pueblo donde creció Tony.
De cómo la red telefónica y el internet quedan fuera de servicio durante semanas, una y otra vez, porque las empresas de telecomunicaciones no se atreven a enviar reparadores.
Sobre cómo la inflación se disparó y el precio de la gasolina se elevó a $15 por litro en un país donde ocho de cada diez tienen menos de $2 por día para vivir.
Sobre cómo todo esto ha llevado a una grave escasez de alimentos, y sobre cómo la ONU advirtió el pasado otoño sobre la hambruna.
¡Que los niños no se mueran de hambre!
Los criminales aterrorizan al pueblo,
pero para los niños de Haití, la escasez de alimentos es una amenaza aún mayor.
¡Ayuda a liberarlos del hambre!
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