Tony Boursiquot, gerente de campo de Star of Hope en Haití, nos brinda el siguiente informe de estado:
“En las zonas bajas, el agua subió rápidamente, atravesó las casas y se llevó las pertenencias de las familias. En muchos casos, las casas quedaron completamente destrozadas. Estaban construidas de paja y arcilla.
En las regiones montañosas fue aún peor, porque las masas de agua se precipitaron por las laderas y arrancaron las casas. Todos los cultivos fueron destruidos, y gran parte del ganado fue llevado y desapareció. Innumerables casas y granjas han sido completamente destruidas.
Nuestros edificios escolares han sobrevivido, pero seis de siete pueblos donde tenemos proyectos están afectados: Boyer, Rigaud, Dano, Hesse, Bois Negresse y Marigot. Muchas familias lo han perdido todo”.
El 5 de junio llegó el siguiente golpe: un terremoto en el sur del país con una magnitud de 4,9 provocó derrumbes de edificios, heridos y muertos. El proyecto de Star of Hope no se vio afectado, pero el terremoto profundiza la crisis y la competencia por los ya escasos recursos del país.
“Con carreteras y puentes arrasados, ni las personas ni los bienes pueden llegar a ninguna parte en este momento”, dice Tony. “Independientemente de en qué lugar del país se encuentre, la escasez de alimentos se agudizará muy rápidamente”.
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